domingo, 7 de noviembre de 2010

CÁMPORA AL GOBIERNO… PERÓN AL PODER








La campaña de 1973: la juventud movilizada gana la calle para votar un proyecto de liberación nacional. La frágil unidad en la acción de los grupos peronistas. El acto del 1 de febrero y la victoria electoral del 11 de marzo.




Compilación y textos: Marcos Salomón y Gonzalo Torres. Dibujo: Juan Britos.


El año 1973 es uno de los más complejos e intensos de nuestra convulsionada historia. De un lado, la dictadura Lanussista se retiraba de la escena política para esperar en los cuarteles otra oportunidad, del otro, las masas peronistas encaraban el regreso del justicialismo al gobierno, de la mano de la juventud y Héctor Cámpora, con la omnipresente bendición de Juan Domingo Perón. La campaña electoral de ese año tuvo dos momentos sobresalientes: la victoria electoral del 11 de marzo y la asunción del 25 de mayo (que será abordada en la próxima entrega).

FREJULI: “LIBERACIÓN O DEPENDENCIA”

Después del retorno de Perón el 17 de noviembre de 1972 el proyecto de Lanusse de construir un liderazgo a través del Gran Acuerdo Nacional fracasó, jaqueado por la movilización popular, la movilización juvenil y el accionar de la guerrilla. Todo esto obligó al gobierno militar a dar una salida electoral. Fue una salida condicionada dado que una de las condiciones que puso fue la ley de residencia, por la que Perón no podía ser candidato. Perón retomó la iniciativa política con la Hora del Pueblo, y finalmente con la herramienta estratégica con la cual enfrentó la nueva proscripción de cara al acto electoral del 11: el FREJULI, Frente Justicialista de Liberación, con la fórmula Héctor Cámpora – Vicente Solano Lima a la cabeza y una consigna simple y poderosa a la vez: “Cámpora al gobierno, Perón al poder”.
El programa del Frejuli también tenía una consigna: “Liberación o dependencia”. Ponti recuerda: “El concepto surge de una carta de Perón donde define que lo primero era liberarnos del usurpador del poder: “la camarilla militar”, (Perón se cuidó mucho de criticar a la totalidad de las Fuerzas Armadas), y en segundo lugar de los grupos económicos. Esos conceptos de liberación o dependencia y Cámpora al gobierno Perón al Poder fueron las consignas más cantadas de una campaña con un profundo contenido ideológico”.La propuesta del Frejuli recogía las banderas históricas del peronismo y las resoluciones del congreso de de la CGT en Huerta Grande, Córdoba en 1962. Puesto a enumerar Ponti hace un breve repaso: “la nacionalización del comercio exterior, retomar el perfil de desarrollo industrial autónomo, la anulación de las leyes represivas y de todo el marco teórico que las sostenía desde el 55 a la fecha, y fundamentalmente la libertad de los presos políticos, a la cual tanto Perón como Cámpora la asumen públicamente como parte del programa. El reflejo fue el “Devotazo”, la liberación de todos los presos políticos el 25 de mayo de 1973, el día de la asunción de Cámpora como presidente.

EL TÍO: CÁMPORA

“Cámpora fue un mito para la juventud argentina porque para nosotros estaba asociado a Perón. Por eso le decíamos el Tío. Hablar de Cámpora era hablar de lealtad al líder. Había una identificación total” describe.
Ese sentimiento tuvo su correlato en Cámpora, que a medida que pasaban los actos de campaña fue construyendo una relación con la juventud. Ponti ejemplifica el fenómeno con una anécdota: “Hay una frase de Cámpora que fue famosa: en el primer acto de unidad de la juventud peronista que se hace en la Federación de Box los muchachos cantaban “Fap Far y Montoneros son nuestros compañeros”, y el Tío les respondió “vuestros compañeros son mis compañeros”.
Pero Ponti aclara que “Cámpora no fue un hombre de los Montoneros, fue un hombre leal a Perón durante toda su vida, supo interpretar la estrategia de Perón y la cumplió al pie de la letra: entendió que el sujeto social que protagonizaba no solo el retorno de Perón sino la salida electoral era la juventud, y la respaldó. Eso le generó el rechazo del sector sindical.”

LOS SOBRINOS: LA JOTAPÉ

El regreso de Perón y la campaña electoral tuvieron como protagonistas a los jóvenes organizados y movilizados: ya a fines de 72 se crea la Cuarta Rama y la juventud peronista comienza a unificarse. “Eso tiene un correlato, primero en el acto en la Federación de Box, donde van todos los sectores de la juventud y posteriormente en el acto en Nueva Chicago donde concurren 20 mil jóvenes y cierra Cámpora, que ya era delegado de Perón, a fines de 72”.
Para la juventud fueron momentos intensos. La cercanía con Perón a fines de 1972, con el barrio Gaspar Campos convertido en el epicentro de la juventud peronista durante un mes. Por otro lado votar por primera vez. La situación generó un debate interno: “Nos costó muchísimo interpretar esa salida electoral. En 20 días había que cambiar toda una mentalidad. Parecía una utopía…” relató. Además, Ponti reconoce que los jóvenes de su generación emergían a la política con profundas críticas no solo a la burocracia sindical sino también a la burocracia política. La campaña del 73 fue la última sin medios de comunicación masivos: la política se hacía en la calle. “Todos estaban pendientes de nosotros. El dirigente histórico estaba mimetizado en la juventud. El partido era una cosa hueca”.

LA UNIDAD EN LA ACCIÓN

En el Chaco toda esa realidad política nacional se expresa en la unidad de los distintos grupos. El alma máter de esa unidad fue el delegado de la regional cuarta Guillermo Amarilla, desaparecido el 17 de octubre de 1979 en Buenos Aires. Para lograr la unidad se conformó la mesa coordinadora de la Juventud Peronista, los integrantes más importantes del espacio eran : Víctor Sánchez, del CdO (Comando de Organización) , el “paraguayo Santander”, y Gustavo Martínez (padre) de la Juventud Peronista del Encuadramiento, ( “les decíamos “los demetrios” -cuenta Ponti- porque el dirigente nacional de ese sector se llamaba Demetrio, (fue desaparecido por la Triple A)” Héctor Vaschman y Guillermo Oria por la Juventud Peronista, y Julio Rito Quintana de la Juventud Justicialista (la herramienta juvenil que dependía del Toto Torresagasti).
La coordinadora funcionaba en el último piso (el tercero, casi un altillo) de la antigua sede del peronismo local, en la esquina de Vedia y Tucumán, (hoy Vedia y Perón).

VICTOR SANCHEZ, ENCAÑONADO

“Había unidad pero era conflictiva, fundamentalmente con el Comando de Organizaciones”. A veces pasaban cosas absurdas. “Me acuerdo una reunión en la que Víctor Sánchez estaba hablando mal de del padre Dri, creo que lo estaba confundiendo al cura Dri con Jaime Dri, decía que no era peronista, que era marxsita que esto y aquello… Guillermo, trataba de calmarlo, le decía que el objetivo era la unidad, garantizar el triunfo del 73, abandonar los conflictos internos, los matices ideológicos, por ahí iba la cosa, tranquilizar a Víctor que estaba muy exaltado…”. Pero Coco Zarich, de la Juventud Justicialista y cuñado de Sánchez decidió cortar por lo sano: sacó una pistola y se la puso en la cabeza al jefe del CdO, advirtiéndole que “no iba a permitir que hablé mal del padre Dri”. Ponti explica: “el Coco venía del cristianismo de base, de un movimiento llamado Legión de María, con mucha fe religiosa, lo veo siempre, vive en Barranqueras… y bueno…no toleró desde su fe religiosa que Víctor lo ataque tanto al padre Dri”. Guillermo Amarilla y todos los presentes consiguieron calmar los ánimos y la cosa no pasó a mayores. “Se producían ese tipo de conflictos, se peleaba por los colectivos, por el material gráfico… pero se trataba de sacar todos los debates ideológicos, para lograr lo que llamábamos “unidad en la acción”: el eje era Cámpora presidente”. De todas maneras, la olla a presión en la que se había convertido el peronismo del 73 determinó el pedido por parte de los militantes de una custodia policial en la entrada de la sede del partido para palpar de armas a los “compañeros”.

1/2/ 73 – ACTO DEL FREJULI EN RESISTENCIA (*)

El hecho más trascendente en el Chaco del proceso eleccionario de 1973 fue el acto del Frejuli el 1° de febrero en la esquina de Vedia y Tucumán (hoy Perón), con la presencia de Cámpora, Vicente Solano Lima, y Juan Manuel Abal Medina (secretario general del Justicialismo) y otros representantes de la plana mayor del peronismo nacional. Por supuesto, también estuvieron los integrantes de la formula del Frejuli en Chaco: Bittel- Torresagasti. “El acto fue multitudinario, totalmente hegemonizado por la Juventud Peronista, con sus banderas, sus consignas, cualquier dirigente sindical diría que fue un acto Montonero, la capacidad de movimiento la tenía la JP” rememora Ponti , que fue el encargado de coordinar el ingreso al palco de oradores.
Jaime Dri, diputado provincial por la juventud, fue uno de los oradores de esa noche: “Esta salida electoral la dieron acorralados por las directivas del general Perón y la actitud decidida del pueblo. El camino es liberación o muerte, con Perón y el pueblo construiremos el socialismo nacional”.
Ponti tiene un recuerdo personal de aquella histórica noche: “Nunca me gustó Bittel, porque lo asociaba al peronismo sin Perón, él lo percibía y yo lo manifestaba: lo hice subir último al palco de oradores”. En ese momento, con el pueblo venido de todos los barrios de Resistencia, y de cada rincón del Chaco, y con la juventud encargada de la seguridad y la organización del acto “uno se sentía más fuerte. Controlaba la calle. Era un placer para mí, a pesar de que sea el candidato a gobernador, hacerlo subir último, Ferdinando Pedrini me puteaba, me decía que lo deje pasar. El locutor anunciaba los que subían, yo le decía esperá, esperá…” Como sea, el desaire a Bittel tendría graves implicancias en el futuro político de Ponti. (* : Fuente: Archivo Histórico Provincial Monseñor José Alumni).

LA VICTORIA DEL FREJULI

El 11 de marzo de 1973 para la gran mayoría fue su primera votación. La elección anterior había sido la de Arturo Illia de la Unión Radical del Pueblo, 10 años antes, el 7 de julio de 1963. “Me parece que voté en la escuela Normal. Estábamos seguros del triunfo, queríamos ganar en primera vuelta” precisó Ponti. El Frejuli ganó con el 49.5 % de los votos, seguido por el radical Ricardo Balbín, con el 21.3 %. Por unos pocos centésimos no alcanzó el 50 % de los votos, lo cual indicaba que se debía celebrar un ballotage. No fue necesario porque la Unión Cívica Radical declinó la posibilidad, ante lo contundente del apoyo electoral de las masas peronistas al Tío Cámpora.
Ponti describió la sensación de los jóvenes de aquellos años que se asumieron sujetos políticos de la historia con mayúsculas: “Fue una experiencia nueva. Traumática, habíamos irrumpido a la vida política de otra manera. Por la fuerza, por la presión, esto después iba a tener implicancias. El proceso de democracia fue corto: teníamos mucha alegría”.

GUILLERMO AMARILLA, PRESENTE.

Aníbal Ponti recuerda a su amigo y compañero de militancia: “Lo conocí en enero del 69 durante el curso de ingreso, el primer día de clases. Estaba repartiendo volantes del Integralismo. Desde ese verano del 69 mi vida militante estuvo totalmente ligada a Guillermo: la universidad en el integralismo, la JP, las juventudes políticas, y por último Montoneros. Era tranquilo, con mucha capacidad de análisis, virtuoso en las relaciones políticas. Siempre nos juntábamos en dos bares, el belén, que era un billar, en Ameghino y Obligado, o Frondizi, estaba las 24 hs. o en su casa. Era muy tranquilo, demasiado, tranquilo. Había cultivado el arte que requiere la política… pero era muy firme en sus posiciones políticas. El desarrollo y el accionar político le fueron asignando funciones; en la militancia universitaria atendió la relación la Federación de Agrupaciones Integralistas del Nordeste, y nos representó en la Unión Nacional de Estudiantes, que era la expresión del peronismo universitario. Cuando Perón estructuró la juventud peronista en la Cuarta Rama, fue su delegado representando a la Regional Cuarta, que comprendía Chaco y el Nea. Me quedaron construcciones profundas, recuerdos imborrables. Cómo olvidar las reuniones de la federación, todos los domingos, uno en Corrientes, otro en Resistencia, cómo olvidar la barcaza en la cual cruzábamos el Paraná. Las reuniones nacionales de la JP, etc. No lo vi más desde mediados del 74, mi situación de seguridad no daba para más, antes de irme de Resistencia me fui a saludarlo para despedirme, quizás en ese momento ni el ni yo podíamos preveer el desenlace”.
Guillermo Amarilla fue secuestrado junto con su compañera Marcela Molfino en Buenos Aires el 17 de octubre de 1979. Ambos habían regresado al país con la contraofensiva montonera. Martín Amarilla Molfino, el cuarto hijo de la pareja nació en cautiverio en 1980, fue apropiado por un oficial de inteligencia del Ejército y recuperó su identidad en 2009.

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1 comentarios:

Memorias de la Tierra TV dijo...

Bien Ciego... mas memoria, hoy la necesitamos mas que nunca. Un abrazo.

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