domingo, 21 de noviembre de 2010

LA CUMBRE DE ABRIL DE 1973

Después de la contundente victoria de marzo, el frente comienza a mostrar fisuras. Realineamientos y giros en el núcleo de poder. La conducción pendular de Perón y su teoría de los anticuerpos: el germen de la tortura en el Chaco.
(Dibujo: El ala derecha del movimiento; José Ignacio Rucci, José López Rega, y Jorge Osinde).



Compilación y textos:
Marcos Salomón y Gonzalo Torres. Dibujo: Juan Britos.

Como ya se dijo, en las próximas entregas se abordará la masacre de Ezeiza. Ahora bien, para entender ese hecho es necesario ponerlo en contexto con todo lo que pasó entre el 11 de marzo y el 25 de mayo del 73. Con ese propósito, Aníbal Ponti desarrolló una apretada síntesis de tres hechos trascendentales ocurridos poco después del rutilante triunfo de marzo del 73.
“Ni los miles de jóvenes que pusieron el cuerpo en el proceso que terminó con el triunfo del 11 de marzo, ni los millones de peronistas que apoyaron y participaron para cerrar el ciclo de 18 años de exilio, ni la conducción nacional de Montoneros - sobre la cual descansaba la relación con Perón- ni el propio Cámpora, imaginaban el giro que buscaba Perón: el cambio de los actores y sujetos políticos preponderantes para el futuro de la Argentina”.
“Aquel personaje exótico, José López Rega, que en el imaginario de todos los visitantes de Puerta de Hierro era conocido como un secretario, casi un bufón, iba a convertirse en uno de los hombres fuertes del nuevo núcleo de poder”.
En relación al accionar guerrillero, Ponti piensa que “después del triunfo del 11 de marzo era ilógico que una dictadura militar pudiera pacificar el país”, sin embargo, a la flamante democracia camporista tampoco le resultaba fácil: “la guerrilla no peronista, el PRT – ERP, protagonizó una serie de hechos militares para condicionar el futuro gobierno de Cámpora”.

EL CONTEXTO POLÍTICO

“Después del triunfo, en la designación del gabinete era lógico que el Ministerio de Trabajo sea para la CGT, “Que lo arregle Miguel y Rucci” le decía Perón a Cámpora”. El Ministerio de Economía fue a la Confederación General Económica, en la persona de José Bel Gelbard. La Confederación General Económica (CGE), agrupó a pequeños y medianos comerciantes, industriales y productores agropecuarios. Desde la jefatura del Ministerio de Economía Bel Gelbard puso en marcha un plan económico orientado promover el crecimiento del mercado interno, con sueldos altos y desarrollo de la producción industrial. El “pacto social” fue firmado por los miembros de la CGT y la CGE el 8 de junio de 1973, con el objetivo de consensuar el rumbo de la economía. Después de mucho tiempo, el poder político, patronal/industrial y sindical acercaban posiciones para lograr la reedición de Estado de Bienestar. “Eso también era lógico. Lo que no era lógico de ninguna manera era la designación de López Rega en el Ministerio de Bienestar Social, al igual que la de Osinde en la Dirección de Deportes y Turismo y en la inteligencia del Estado sobre las FFAA” .
“En esa línea, el suegro de López Rega, Lastiri fue a la cabeza de la cámara de diputados”, desde donde podría alcanzar la prescindencia interina una vez que Cámpora sea desalojado del poder.
De esta manera se iba perfilando el Gabinete. Ni Cámpora ni Abal Medina entendieron las voces de alerta de muchos de los colaboradores de Cámpora informando sobre lo que pasaba en Madrid.

LA POSICIÓN DE MONTONEROS

Mientras tanto, ante el nuevo escenario político en Argentina Montoneros paraliza el accionar militar. El 24 de mayo, para recibir la asunción del presidente Cámpora, la organización da a conocer un documento donde expresa su posición, titulado “Apoyar, defender, controlar”. “Era un apoyo al gobierno popular para garantizar a través de la movilización popular el cumplimiento del programa del FREJULI” explicó Ponti. A continuación los pasajes más importantes de ese documento: “8 años de antipueblo. Concluye uno de los períodos negros de la historia de nuestro país (…) Comienza una nueva etapa en la lucha por la Liberación Nacional y Social de nuestra Patria, producto de las luchas del Pueblo, encabezadas por su expresión mayoritaria: el Movimiento Peronista, conducido por el General Perón cuyas manifestaciones fueron la resistencia, las huelgas y planes de lucha, los cordobazos y demás alzamientos populares, el permanente accionar de sus organizaciones político-militares”. Después de una descripción de cómo mediante la lucha se consiguió la democracia el documento define un programa político:
“Por todo esto nuestras organizaciones resuelven: apoyar al Gobierno encabezado por el compañero en el cumplimiento del Programa de Liberación votado masivamente el 11 de marzo y cuyos primeros actos deben ser:
1)- Liberación, mediante la anmistía y el indulto, de todos los combatientes y presos políticos.
2)- Eliminación de la camarilla militar.
3)- Recuperación de todos los resortes básicos de la economía nacional, actualmente en manos de los monopolios.
4)- Asegurar la plena ocupación para los trabajadores, y salarios que, por lo menos recuperen el valor existente en 1955.
Defender al Gobierno constituido por las luchas populares contra los ataques de los enemigos externos e internos. Controlar el cumplimiento de la voluntad popular ante las posibles defecciones de los traidores.Participar con el conjunto del Movimiento en las tareas de organización y movilización popular, en las fábricas, barrios, escuelas y universidades.Asumir la directiva del General Perón de permanecer en estado de alerta manteniendo y desarrollando las formas organizativas que nos permitan continuar la lucha en todos los terrenos hasta la toma del Poder.Con el conjunto del Movimiento, continuar la formación del Ejército Peronista, único instrumento capaz de lograr la obtención de una Argentina Libre, Justa y Soberana, una Patria Socialista. Libres o muertos, jamás esclavos. Perón o muerte. Viva la Patria”.

ABRIL DEL 73: HECHOS TRASCENDENTES

En relación con este tema, en abril de 1973 se producen tres hechos de envergadura:
1. El 18 el secretario general de la Juventud Peronista Rodolfo Galimberti hace una convocatoria para organizar las milicias populares durante un acto de lanzamiento de la UES.
Sobre el “furcio” del loco Galimba, Ponti es contundente: “La convocatoria pública de Galimberti a las milicias populares para defender el gobierno fue una decisión personal, no una decisión política de Montoneros. Eso también influyó como un elemento desestabilizante, le dio argumentos a la derecha peronista para introducir el concepto de “infiltración”. Tan grave fue la metida de pata que Galimberti fue despromocionado, sancionado y trasladado a Rosario por la organización.
2. El 30 el ERP 22 de Agosto (una fracción del ERP que apoyaba a Cámpora) ejecuta al contralmirante Hermes Quijada, el marino que “intentó explicar” por televisión que la Masacre de Trelew fue el resultado de un enfrentamiento durante un intento de fuga y no un fusilamiento clandestino.
“La postura radical del PRT- ERP desató un clima político desestabilizador. Todavía Cámpora no había asumido el gobierno y las exigencias que se le planteaban eran extremas. Y no interrumpieron nunca el accionar militar, que se centró en las Fuerzas Armadas. En eso sucede lo de Hermes Quijada” recordó Ponti. El contraalmirante Quijada - integraba el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armada - fue atacado cuando viajaba en su automóvil en Buenos Aires, por una fracción del ERP, que si bien apoyaba a Cámpora se mantenía activa militarmente. “El gallego” Víctor Fernández Palmiero, le metió seis disparos a quemarropa, uno en la cabeza, produciéndole la muerte poco después, cuando ingresó al Hospital. Palmiero recibió un disparo por parte del custodio de Quijada. La herida le ocasionó la muerte. “Le falló la posta sanitaria” explicó Ponti. Palmiero era un obrero metalúrgico y de la carne, comenzó su militancia en el Partido Comunista Revolucionario y después pasó al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
3. La cumbre convocada por Perón en Puerta de Hierro, una resultante de lo anterior. En ese encuentro el ala derecha del movimiento cuestionó muy duramente a la Tendencia revolucionaria del peronismo en la persona de Galimberti, y por elevación al propio Cámpora.
Después de muchas idas y vueltas, la cumbre se desarrolló a fines de abril del 73, con la participación de Norma Kenendy, Alberto Brito Lima, el teniente coronel Jorge Osinde y otros personajes de la plana mayor de la derecha peronista. Solo faltó el poderoso José Ignacio Rucci, al frente de la CGT. En el otro extremo de la mesa, Rodolfo Galimberti, Juan Manuel Abal Medina, y Héctor Cámpora. Y por supuesto, el infaltable “Lopecito”.
Ponti aclaró que ese escenario perseguía objetivos bien definidos. “La presencia de Norma Kenedy, Brito Lima y Osinde no buscaba otra cosa que cuestionar muy duramente a la Juventud Peronista”. A Juan Manuel Abal Medina se le tiró por la cara la derrota de su candidato Sánchez Sorondo en Capital y la derrota del candidato del Frejuli en Santiago del Estero. Cámpora también fue cuestionado porque no descalificó ni Galimberti ni al ERP. Incluso acompañó al secretario juvenil a un acto de la Juventud en Córdoba “El desarrollo de la reunión se dio con el consentimiento de Perón. Terminó con el alejamiento de Galimberti de la secretaria general de la Juventud” afirmó.
El otro caído en desgracia superó el mal momento. “Abal Medina le presentó la renuncia, pero esta no fue aceptada. Perón ordenó No innovar hasta su retorno. El conflicto político era inevitable” definió Ponti, que relató que la mañana siguiente Perón se reunió con Galimberti y con el Jorge Obeid (futuro gobernador de Santa Fe) en ese momento delegado de la Regional 2.
“Guillermo me contaba que en esa reunión Galimberti le decía que era él un soldado, y Perón, pícaro, le contestaba, “no usted es la reina. Por supuesto, Galimberti desapareció del escenario político”.En el plano político, la Juventud Peronista perdió un lugar que ya nunca recuperaría en el movimiento.

EL PÉNDULO Y LOS ANTICUERPOS

Hasta acá los hechos. “La resultante de todo esto es que Perón echó a Galimberti y a Abal Medina y se volcó sobre los sectores hasta ayer postergados: la derecha peronista”. Cámpora tuvo que salir a aclarar públicamente que Abal Medina continuaba siendo el Secretario General del Movimiento. “Después de esta cumbre, y antes de la asunción de Cámpora al gobierno el 25 de mayo se empieza a teñir la vida política del peronismo. Empiezan a formarse los bloques políticos ideológicos, que después serán determinantes en la frustración del proceso iniciado el 11 de marzo de 73”.
Las consecuencias del cisma en el Chaco fueron concretas: “La unidad de los grupos juveniles empieza a resquebrajarse. En lo estrictamente político esto comienza a perfilarse en el gabinete: Emerge la figura de Florencio Tenev en el ministerio de gobierno, y la de Morante en Bienestar Social Ambos estaban alineados con pensamientos totalitarios, y bajo su gestión, a partir del 74 empieza el proceso de represión y tortura en el Chaco”.
“En el Chaco el CdO (Comando de Organización) se pone bajo la jefatura de Tenev y Bittel. La juventud justicialista con sigue al Toto Torresagasti. A Morante en 1975 Montoneros le voló la casa que se estaba construyendo en la avenida 9 de julio con materiales y fondos de la Dirección de Vivienda”.
Para explicar la trascendencia política de la cumbre de abril del 73 Ponti trae a colación el pensamiento y la praxis política de Juan Domingo Perón: “Perón en su teoría de conducción política manejó conceptos que siempre lo llevaron a lo largo de la historia a la conducción pendular. Las circunstancias lo hacían girar a la izquierda o derecha”. Fueron las circunstancias políticas de los años de exilio las que movieron el péndulo. “Con un peronismo integrado al proyecto de Onganía, el delegado era Paladino, (conocido en la vida militante como el delegado de Onganía ante Perón). Después, el delegado personal fue Cámpora, cuando la juventud argentina irrumpe masivamente en la vida política y toma la bandera del retorno de Perón”.
“Otro concepto que siempre desarrolló Perón fue la “ley de los anticuerpos” el cual se complementaba con lo anterior, la existencia de una derecha y una izquierda se equilibra por su desarrollo contradictorio. El movimiento es amplio”.
“Perón, y los métodos de conducción que históricamente había usado no pudieron contener el proceso de transformación que él mismo había generado en la juventud argentina. Precisamente, este es el factor principal que lo lleva a desatar un proceso trágico, violento. Incluso generó las condiciones políticas para que los mecanismos de poder del verdadero enemigo de la Argentina, el Imperio Norteamericano, pueda producir un hecho como la masacre de Ezeiza que se trasformó en el principio del fin del proceso iniciado el 11 de marzo” acotó.

1 comentarios:

manuelcoop dijo...

peronnfue siempre un nazi de ultraderecha metio a cientos de fascistas de primera linea como eichmam ,josep mengele,Prietvk,Remus tetu.ilusiono a la juventud progresista ideo a las tres AAA y mato a 3000 lideres e inicio el terrorismo de Estado.Hay que descolgar el cuadro de Peron fdo. manuelcoop

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